Replantear los centros de datos para responder a una nueva era impulsada por la IA
Por José Alberto Llavot, Gerente de Preventa y Desarrollador de Negocios en Schneider Electric para México y Centroamérica
La aceleración digital ha alcanzado una nueva dimensión. Con más de 5.45 mil millones de usuarios de internet en el mundo, lo que representa el 67.1% de la población global, las tecnologías emergentes como la inteligencia artificial (IA) están redefiniendo el diseño y operación de los centros de datos. Hoy, estos espacios no solo deben gestionar volúmenes sin precedentes de información, sino también hacerlo de forma eficiente, escalable y sostenible.
Uno de los mayores retos es el creciente consumo energético derivado de la IA. De acuerdo con el Electric Power Research Institute (EPRI), una sola consulta de IA puede requerir hasta diez veces más electricidad que una búsqueda tradicional. Además, la creación de contenido con IA (imágenes, videos, música) implica demandas aún mayores. El mismo organismo estima que, para 2030, los sistemas avanzados de IA podrían representar hasta el 9.1% del consumo energético total de EE. UU., más del doble del 4% actual.
Más allá del diseño tradicional
Este contexto obliga a los operadores de centros de datos a actuar rápidamente. No se trata solo de escalar capacidades, sino de reimaginar el diseño desde sus cimientos. En Schneider Electric se promueve una visión integral basada en cinco pilares:
1. Alta densidad y modularidad:
La IA requiere configuraciones de racks compactas y modulares que permitan escalar sin grandes remodelaciones. Los racks de alta densidad maximizan el uso del espacio, permiten mayor capacidad de procesamiento y se adaptan mejor a futuras exigencias computacionales.
2. Refrigeración líquida e híbrida:
Los métodos tradicionales de aire forzado son insuficientes para disipar el calor generado por clústeres de IA. Por ello, tecnologías como la refrigeración líquida se posicionan como soluciones clave. Algunas instalaciones ya combinan sistemas híbridos (aire + líquido) para mayor flexibilidad y eficiencia térmica.
3. Gestión inteligente del flujo de aire:
El diseño térmico también evoluciona. El uso de pasillos fríos/calientes, confinamiento y control de flujo evita puntos calientes y optimiza el rendimiento energético.
4. Distribución eléctrica flexible:
La alta demanda energética requiere soluciones robustas, como UPS inteligentes y PDUs avanzados, que soporten cargas variables. Además, los centros más vanguardistas ya colaboran con utilities para integrar fuentes renovables y esquemas de respuesta a la demanda.
5. Recuperación de calor residual:
Lo que antes se consideraba desperdicio hoy es una oportunidad. Centros como los de Equinix en París usan el calor generado para climatizar instalaciones olímpicas, mientras que Google en Finlandia calienta una planta de papel local con su excedente térmico.
IA como solución al desafío de la IA
Paradójicamente, la IA es también la solución a sus propios retos. Al integrar algoritmos de mantenimiento predictivo y análisis de eficiencia, como los que ofrece la plataforma EcoStruxure™ IT, los centros de datos pueden anticipar fallos, optimizar el uso energético y reforzar su resiliencia operativa.
El camino hacia centros de datos más inteligentes, eficientes y sostenibles ya está en marcha. Para liderar esta transición, es imprescindible adoptar un enfoque integral, escalable y basado en datos.